Jugando con las palabras, le pedí a mi tía un tema y me dijo que escribiera uno titulado un beso y una flor y dedicado a las madres y los niños y esto es lo que salió. Dedicado a mis tíos y mi madre, retrato su vida:
Un beso y una flor
Para Tití Sarito
Un caballero bien compuesto, joven y apuesto, se dirigió a una señorita un día con una flor. Un beso le plantó en la mejilla que tan sonrojada quedó. Romualdo se llamaba el muchacho y ella Bella, que se pasó parte de su vida suspirando por un beso de amor y cuando llegó a edad moza lo recibió con agrado de tan refinado y cariñoso amigo, que la convirtió en esposa y madre de un par de chiquillos alegres. Los niños jugaban en el patio de una casa rural en su feliz infancia, bien nutridos y ricos en amor y pobres en dulces y caramelos, que los dientes pican y manchan y que caros son para la economía familiar. La familia muy feliz siempre se reunía en el fuego del hogar y contaban la historia de amor más hermosa, que empezó con un beso y una flor una noche de cálido verano en aquel lugar lejano alumbrado por la mano de su Dios.
En Las Palmas de Gran Canaria, a 2 de diciembre de 2012.